De cuando todo se resume a una maldita palabra...

-Impotencia- 

Genti, si mis penas fueran de amor, no estaría doliendo como ahora.
no habría razón de desgarrar el futuro intentando ver las ventajas de esto.
No sentiría las manos desgajarse ante la invisible vida, 
no partiría en miles mis posibilidades para formar rompecabezas,
no bajaría la cabeza ante lo anhelado... 

Por que... ¡Cuántas veces he tenido el corazón roto!
Pero nunca... nunca... se me había roto el camino.

FD

Aveces las confesiones se tejen durante mucho tiempo
Llegan a ser largos edredones que cubren mucho más de una apariencia.
Con colores y sombras que no se identifican.

Algunos tiempos, las confesiones no tienen sentido,
se desparraman en manchas sobre las manecillas,
concuerdan en espacios escondidos.

Incertidumbre en los párpados.